domingo, 9 de octubre de 2011

Comunicado de prensa. Bruselas.


Somos personas que hemos venido libremente y de forma voluntaria, que después de la manifestación del 15 de Mayo hemos decidido estar juntas y ser cada vez más en la lucha por la dignidad. No representamos a ningún partido ni asociación y tampoco ninguno nos representa.

La marcha partió de Barcelona el día 8 de agosto con destino a Bruselas. De Plaza Cataluña salieron 20 valientes con la iniciativa de recoger las quejas y propuestas a nivel local y global de cada individuo mediante las asambleas de cada pueblo, llegando a un total de 55 pueblos asambleados.

Con el trascurso del tiempo, el número de participantes ha aumentado progresivamente motivando y ayudando a la organización de la marcha, llegando a ser un gran número de integrantes caminando juntos hacia un mismo destino.

El grupo a recorrido durante las diferentes etapas una media de 30 km diarios, llegando a ser tramos de hasta 50 km. Hemos caminado bajo el sol abrasador de agosto en España, bajo el cielo nublado de Francia y contra el frio viento belga.

Durante la estancia en España no hubo problemas a la hora de reivindicar el espacio público tomando las plazas. Una vez pasada la frontera española empezamos a encontrar los primeros problemas, como la amenaza de carga de Montpellier, de la cual la única repercusión que hubo fue no poder plantar las tiendas. Una vez en el centro del país, en una ciudad como Evry, nos intentaron intimidar con numeroso cuerpos policiales llegando a la conclusión de que “si el pueblo quiere que acampemos, acamparemos” terminando cediendo por parte de la alcaldía.

El 17 de septiembre París fue el escenario donde se reunieron las diferentes marchas de Indignados que atravesaron Europa con destino a Bruselas, razón por la cual política y filosóficamente fue, es y será un evento excepcional.

París, la ciudad del amor se convirtió en territorio hostil para un indignado,  en el momento que saliamos del metro teníamos a la policía vigilando y evitando nuestra libre movilidad por la calle, helicópteros observando nuestros movimientos, policía secreta sacando información de las asambleas internas, sufrimos un acoso continuo por parte de las autoridades para evitar que la marcha cumpliese sus objetivos. Tuvimos tres fuertes encontronazos con la policía: el primero fue el dia de la manifestación pacífica donde dimos apoyo a la acción de ocupa Wall Street, que se realizaba al otro lado del charco, el segundo fue cuando marchábamos por las aceras de la ciudad y el tercero fue el dia que nos acorralaron en la bolsa como ratones. Todos los actos policiales se caracterizaban por la desmesurada presencia de los supuestos agentes del orden, acabando las dos últimas represiones con más de un centenar de detenciones injustificadas.

Durante el trayecto hemos realizado acciones y trabajos como pasacalles, performans,  trabajo de  difusión, integración del movimiento asambleario, etc.

Estamos viviendo un momento histórico sin precedentes en nuestra democracia: la indignación se ha transformado -gracias al apoyo masivo de los ciudadanos- en esperanza de cambiar lo que tanto nos indigna. Vamos a necesitar energía, valentía y ganas de trabajar en un proyecto común. Si un hombre pierde la memoria antes de salir con la marcha, al final del trayecto  para esa persona no existirían fronteras. Hagamos este sueño realidad y pasemos del yo al nosotros.

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